No sabría decir cuántas veces me apetecería que el mundo diese un frenazo y bajarme sacudiéndome las rodilleras. En esos momentos, un café, un paréntesis, un silencio, un pensamiento. Por eso estoy aquí. Para volar un poquito y observar desde arriba esta vida tan caótica que llevamos. Calentando motores...¡aaaaaarriba!
martes, 25 de febrero de 2014
lunes, 3 de febrero de 2014
Vientres divididos
Hay decisiones que bajo ningún concepto deberíamos convertir en un debate político. La vida de un ser humano no es moneda de cambio. El derecho de una mujer a recibir una asistencia sanitaria digna tampoco. No es cuestión de votos ni de medallas. No influyen la religión ni los ideales. No tienen lugar pechos desnudos ni crucifijos.
Que nadie se vuelva a rasgar las vestiduras. Por favor.
Lo único que a mi corta entendedera le importa es saber a partir de qué dichoso momento de nuestro origen empezamos a existir como personas. Punto de partida científico (y a unas malas filosófico) de nuestro indudable derecho a la vida. Ni antes,... ni después.
Cuando lleguemos a esa conclusión habremos encontrado, al fin, la paz moral que este dichoso tema nos está robando a todos.
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