sábado, 22 de agosto de 2015

Enjaulados


    Podemos construir los muros más altos para no verlos o ensordecernos con la melodía de nuestras idílicas vidas para no escuchar sus llantos.
    Podemos aferrarnos a creencias políticas o religiosas para justificarnos.
    Helarnos el corazón y no sentir compasión ni impotencia y hasta pensar que no tienen hijos y que no se quieren como nosotros.

    Pero nos guste o no seguirán ahí, intentando pasar el foso, seres humanos a los que no les pertenece el primer mundo y están destinados a vivir enjaulados en el trozo de tierra donde les tocó nacer.

    Feliz libertad a todos.

Foto de Daniel Etter